Sáenz, el nuevo opositor de Milei

Lejos parece haber quedado la buena sintonía y el perfil dialoguista que el mandatario salteño había desempeñado con la Casa Rosada desde el inicio de la gestión libertaria.

El aire de la política salteña empezó a oler diferente. Envalentonado por el clima electoral y el creciente malestar social, el gobernador Gustavo Sáenz decidió dar un giro en su estrategia frente a la administración nacional. Después de varios meses de mantener un perfil de diálogo y prudencia con el presidente Javier Milei, ahora el mandatario provincial busca instalarse en un lugar distinto: el de la oposición.

El punto de inflexión se produjo esta semana, cuando Sáenz instruyó a su equipo legal para presentar una acción judicial con el objetivo de restituir las pensiones por discapacidad que fueron dadas de baja por el Gobierno nacional. El tema, que golpea directamente a sectores vulnerables en la provincia, abrió un nuevo frente de conflicto entre Salta y la Casa Rosada, y le dio al gobernador un argumento potente para diferenciarse de la gestión libertaria.

Como parte del reclamo, la provincia planteó la necesidad de que se paguen los montos que se hayan retenido hasta el momento, y que se garanticen las prestaciones y otros beneficios suspendidos junto con las pensiones no contributivas por invalidez laboral. “Se trata de un derecho adquirido que no puede ser vulnerado”, señalaron desde el entorno de Sáenz, en una línea discursiva que busca contraponerse al ajuste fiscal que impulsa Milei.

En esta misma línea confrontativa, el morador de Finca Las Costas ya había cuestionado a las autoridades nacionales por las demoras en las obras de la ruta nacional 9/34 y hasta amenazó con manifestarse en la ciudad de Buenos Aires en caso de ser necesario. “Si no continúan las obras sobre la ruta nacional 9/34, este gobernador va a instalar una carpa en la Casa Rosada y se va a quedar ahí hasta que se sigan haciendo”, prometió en tono proselitista.

La jugada de Sáenz no pasó inadvertida en el mapa nacional. En paralelo a la vía judicial, el gobernador decidió acercarse al grupo ‘Provincias Unidas’ –que conformaron Martín Llaryora (Córdoba); Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Ignacio “Nacho” Torres (Chubut); Carlos Sadir (Jujuy) y Claudio Vidal (Santa Cruz)- que ya se muestra abiertamente crítico con el plan económico y político del Presidente. Ese espacio, que aglutina a gobernadores de distintas extracciones partidarias, empieza a perfilarse como un contrapeso a la Casa Rosada en temas sensibles como la obra pública, la coparticipación y los programas sociales.

Con esta nueva postura, Sáenz deja atrás la estrategia de espera que sostuvo desde diciembre de 2023, cuando evitó confrontar de manera directa con Milei y buscó posicionarse como un mediador entre Nación y las provincias. La radicalización del ajuste y sus consecuencias en el tejido social de Salta parecen haberlo convencido de que la neutralidad ya no era sostenible. Además, sus intentos por negociar lugares en las listas de La Libertad Avanza fueron en vano y eso lo obligó a modificar su perfil.

En la práctica, este viraje también tiene una lectura electoral. Con un escenario nacional incierto y con la economía como principal foco de tensión, el gobernador busca mostrarse cercano a los reclamos de la sociedad y, al mismo tiempo, preservar su capital político en la provincia.

Show legislativo

En un claro correlato de esta historia no pasó desapercibo lo ocurrido el último martes en la Cámara de Diputados a raíz de la negativa saencista de tratar un proyecto de declaración, autoría del diputado libertario Roque Cornejo, para repudiar el ataque que sufrió Javier Milei en Lomas de Zamora en el marco de la campaña bonaerense.

En medio de un recinto que emulaba al del Congreso Nacional por la presencia de carteles de protesta con consignas como: “Discapacidad”, “Rutas” y “Universidad”, el presidente de la Cámara de Diputados de Salta, Esteban Amat, cuestionó públicamente la actitud del legislador de La Libertad Avanza, Roque Cornejo, durante la última sesión. Amat señaló que Cornejo “ni siquiera pidió la palabra” para solicitar el tratamiento sobre tablas de un proyecto, pese a que en la labor parlamentaria había adelantado que lo haría.

“Me pareció raro que no pida la palabra, parece que se desanimó. Cuando aprobé el acta de labor parlamentaria recién apretó el botón, pero nunca habló ni levantó la mano como hace siempre”, remarcó Amat, en referencia a la pasividad del diputado opositor en un momento clave del debate. Según el titular de la Cámara, Cornejo “se quedó callado, dejó avanzar la sesión y ahora insiste para hacerse notar, pero fuera de lugar”.

Amat aseguró que en ningún momento se le prohibió a Cornejo plantear el tema y recordó que en otras oportunidades interrumpió sin problemas para solicitar el tratamiento de proyectos sobre tablas. “Hoy no lo hizo, parece que no se animó. Quizás alguien con quien hablaba por teléfono le reprochó no haberlo hecho, y por eso insiste ahora. Pero no correspondía reabrir el debate”, concluyó el presidente del cuerpo legislativo.

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