El Eternauta en la política salteña

Como en cualquier charla de café, algunas frases de la serie basada en el cómic de Héctor Germán Oesterheld son utilizadas en los primeros análisis postelectorales.

“Tranquilos que ganamos nosotros” les dijo el operador político a los decepcionados dirigentes oficialistas que no entendían los resultados de la elección en la capital provincial y el triunfo, contundente, de La Libertad Avanza.

A continuación, el gobernador Gustavo Sáenz les explicitó el mensaje a seguir. “Ganamos 11 de 12 senadores y 20 de 30 diputados, no se puede decir que perdimos” les expresó y, un rato después, repitió ese análisis y lo acompañó con gráficos en el discurso de cierre de la jornada electoral.

Desde el domingo, entonces, públicamente el oficialismo insiste en que ganó las elecciones y que solo tuvo un traspié, inesperado, en la Capital. Puertas adentro, en privado, ya comenzaron a procesar esa derrota y a calcular los movimientos políticos para las elecciones nacionales del mes de octubre.

Obvio, como siempre sucede tras un mal paso electoral, ya comenzaron los reproches y el pase de facturas. Colaboradores del gobernador apuntan al intendente Emiliano Durand y su equipo como responsables de la derrota mientras que los asesores municipales susurran que el problema fue la estrategia y “permitir que los libertarios incumplan el acuerdo que Gustavo había hecho con Karina [Milei] en Buenos Aires y utilicen el sello de La Libertad Avanza”. “Hicimos todo lo que teníamos que hacer, pero el efecto Javier Milei nos ganó” dicen.

Como sea, el oficialismo mantiene y mantendrá tras la renovación de la Legislatura en el mes de diciembre una cómoda y absoluta mayoría. Y la única preocupación es saber hasta dónde puede crecer La Libertad Avanza en las elecciones de octubre y, sobre todo, en el todavía lejano proceso electoral de 2027.

El mediodía del lunes, consecuencia del fenómeno de El Eternauta, en una charla entre colaboradores políticos del gobernador se escuchó la frase “lo viejo funciona”. “Eran lo nuevo y perdieron la capital provincial, nosotros, los viejos, ganamos el interior” dijo un operador oficialista y no ocultó cierto alivio por la derrota de Bernardo Biella y del equipo municipal que hasta el domingo eran quienes podían opacar y hasta desafiar a Sáenz en 2027.

Siguiendo las líneas de El Eternauta la respuesta fue “nadie se salva solo” con la explicación local “si comenzamos a tirarnos entre nosotros no vamos a poder parar a los libertarios, hay que barajar y dar de nuevo sin romper nada”.

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