“Es un mandato nuevo. No hay incapacidad moral sobreviniente”, dijo Darío Madile sobre la nueva etapa de López en el cuerpo deliberativo.
A tan solo cuatro meses de haber sido expulsado por “incapacidad moral sobreviniente”, acusado de hechos de violencia de género y extorsión sexual contra su ex pareja, Pablo López volvió al Concejo Deliberante de la ciudad de Salta para ocupar una banca. En las elecciones generales de mayo la lista de La Libertad Avanza (LLA), que López encabezó en la categoría concejales, resultó la más votada por el electorado de la capital.
El desembarco de López provocó una inmediata respuesta del bloque de La Libertad Avanza, que quedó finalmente conformado por cinco concejales. Su presidenta, Laura Jorge Saravia, afirmó que su ex compañero de lista “no integra ni representará” al espacio y anticipó que explorarán mecanismos legales para “sentar la postura institucional” y “recuperar” la banca que consideran propia. Por su parte, López conformó un monobloque llamado Libertad y Progreso dentro del recinto.
Independientemente de la causa judicial que se lleva adelante en su contra, López no tiene impedimentos para afrontar esta nueva etapa en el cuerpo deliberativo. La sanción, aprobada por unanimidad en agosto, solo tenía validez para el mandato que López debía concluir el 2 de diciembre.
A raíz de la polémica, el presidente del Concejo, Darío Madile, explicó el sustento jurídico que permitió la asunción del cuestionado edil. En relación a esto afirmó que “la Carta Municipal dice que solo puede removerse a un concejal por incapacidad moral sobreviniente en el mandato vigente”. “La denuncia contra López ocurrió en el período anterior. Por eso, legalmente, pudo asumir”, detalló.
El dirigente oficialista aclaró también que el proceso de expulsión previo no genera una inhabilitación automática. “Es un mandato nuevo. No hay incapacidad moral sobreviniente”, insistió.
La continuidad o no de López en el recinto dependerá ahora de lo que pueda resolver la Justicia en los próximos meses o de que sus colegas decidan presentar un pedido de juicio político. Para eso deberían cumplimentarse una serie de requisitos que de momento parecen lejanos teniendo en cuenta la proximidad del receso de verano.
